"Me encanta la ropa bonita", Estée fue la primera en admitirlo. Su amor por la alta costura creó relaciones duraderas con diseñadores como Hubert de Givenchy, Valentino Garavani y Bill Blass, y asistía a sus desfiles cada temporada. Allí, ella sacaba consejos de estilo e ideas de belleza. En un desfile de Emanuel Ungaro, quedó fascinada con una modelo que usaba "el más exquisito tono de rojo rubí en los párpados. Me dejó impresionada", recordó. "No podía esperar a llegar a casa para experimentar hasta encontrar ese color exacto para nuestras propias sombras."